Este volumen contiene junto a la reedición de El Betis: la Marcha verde -considerado por la crítica y los lectores como una pequeña obra maestra-, once relatos más que abordan siempre el asunto futbolístico desde una perspectiva crítica, humorística y apasionada: el pintor que sólo ama dos colores porque es bético fundamentalista; el gitano Medardo, buhonero prestidigitador que se saca balones de la manga; el aristócrata homosexual que entra a formar parte de una directiva para poder hacerlo en el vestuario de los jugadores o el forofo guillado que admira y emula en todo a Lopera como otros locos se creen napoleón o Manolete.
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Sinopsis
Este volumen contiene junto a la reedición de El Betis: la Marcha verde -considerado por la crítica y los lectores como una pequeña obra maestra-, once relatos más que abordan siempre el asunto futbolístico desde una perspectiva crítica, humorística y apasionada: el pintor que sólo ama dos colores porque es bético fundamentalista; el gitano Medardo, buhonero prestidigitador que se saca balones de la manga; el aristócrata homosexual que entra a formar parte de una directiva para poder hacerlo en el vestuario de los jugadores o el forofo guillado que admira y emula en todo a Lopera como otros locos se creen napoleón o Manolete.
En la grada o en el rectángulo de juego de distintos equipos pero siempre en la boca de gol, Antonio Hernández nos lleva de una red narrativa a otra conjuntando siempre la jugada a base de la sociología que surge de lo que no es sólo un juego, sino, sobre todo, el espejo que más vehementemente refleja al hombre de nuestro tiempo.
Literatura de la buena en un encuentro apasionante entre escritor y lector en el que la goleada está servida.
No hay ni ha habido jamás en parte alguna un pueblo sin relatos, sin historias que puedan contarse y escribirse. La colección Calembé intenta ser escaparate de un género en continuo crecimiento, recuperando los lazos que unen nuestra tierra con Latinoamérica y alternando la publicación de cuentos y escritores de ambas orillas. En definitiva, literatura viva y una magnífica invitación a la más intensa de las lecturas.